En Bolivia se vivió una jornada de movilización en apoyo al gobierno de Luis Arce y para exigir cárcel para Luis Fernando Camacho, el gobernador de Santa Cruz que está detenido desde diciembre pasado por su rol en el golpe de Estado al ex presidente Evo Morales, en noviembre de 2019. 

La jornada fue una respuesta a los seguidores de Camacho en Santa Cruz de la Sierra, donde hace semanas se viven distintas marchas que piden la liberación del político opositor. 

En Sucre, capital del Departamento Chuquisaca, las organizaciones sociales del campo y la ciudad se movilizaron hacia la sede del Tribunal Superior de Justicia en apoyo al gobierno de Arce y pidiendo 30 años de cárcel para el referente del partido Creemos.

“Es una gran concentración, una masiva marcha pacífica y con una concentración frente a la Casa de Justicia para decir cárcel para Camacho, no solo para él sino para todos aquellos autores del golpe de Estado”, expresó Flora Aguilar, de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indigenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMCIOB), quien además señaló a Jorge “Tuto” Quiroga Ramírez y Carlos Mesa como otros referentes políticos activos para lograr que Morales deje el sillón presidencial para luego exiliarse del país. 

“Eso no se olvida y es por esa situación esta unidad rápida que se hace y estamos en estado de emergencia para poder defender la gestión de nuestro gobierno, para exigir justicia porque ya está detenido el Camacho y tiene que tener la sentencia a 30 años”, continuó la dirigente campesina en diálogo con Radio Barriletes, presente en las puertas del tribunal boliviano.

Coparon el interior del Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto (sede del gobierno) en Brasilia durante la tarde del domingo, a tan solo ocho días de la asunción de Lula a su tercer mandato como presidente del país. Se estima que hasta el momento unas 400 personas fueron detenidas por invadir edificios públicos.

Después que miles de manifestantes afines al expresidente Jair Bolsonaro atacaran las sedes de los tres poderes de gobierno en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó el Palacio del Planalto y la Corte Suprema para analizar los destrozos. 

Los seguidores bolsonaristas coparon el interior del Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto (sede del gobierno) en Brasilia durante la tarde del domingo, a tan solo ocho días de la asunción de Lula a su tercer mandato como presidente del país. 

El operativo policial para desarmar la manifestación dejó unos 400 detenidos, según las autoridades brasileñas. 

“Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán castigadas”, expresó Lula ayer por la tarde, una vez que se hizo público el ataque, mientras se encontraba en San Pablo visitando lugares afectados por una fuerte inundación. 

Una de las decisiones del flamante mandatario fue intervenir por decreto los organismos de Seguridad de Brasilia hasta el 31 de enero. “Decreto la intervención federal en el distrito federal, que se limita al área de la seguridad pública, con el objetivo de poner fin al grave comprometimiento del orden público”, dijo Lula en un mensaje difundido por televisión. 

“Ordas golpistas aliadas al expresidente cavernicola invadieron la explanada de los ministerios en Brasil, al Palacio del Planalto, el Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal de Brasil, y se manifestaron en contra de los resultados en los últimos comicios electorales de Brasil que eligieron a Lula nuestro presidente”, analizó Lucas Rafael Chianello, periodista integrante del Concejo Nacional e internacional de la Comunicación Popular Capítulo de Brasil, en diálogo con Radio Futura. 

Por otro lado, apuntó contra el gobernador del distrito de Brasilia, Ibaneis Rocha, “también aliado al expresidente”, como uno de los responsables de haber “permitido que la policía militar del distrito dejase a los manifestantes hacer todo el movimiento golpista”. 

“El escenario es preocupante porque se tiene una clara acción golpista contra los comicios electorales que eligieron a Lula nuestro presidente”, añadió. 

La dirigencia política latinoamericana repudió la invasión a las sedes de los tres poderes del Estado de Brasil. 

El arco político nacional e internacional repudió la invasión de manifestantes al Congreso, a la sede del gobierno y al Tribunal Supremo de Justicia de Brasil durante la tarde del domingo.

El presidente Alberto Fernández pidió demostrar “con firmeza y unidad nuestra total adhesión al Gobierno elegido democráticamente por los brasileños que encabeza el presidente @LulaOficial”.

“Estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve”, insistió.

Por su parte, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner también se sumó a los mensajes de apoyo hacia el gobierno de Lula y comparó lo ocurrido ayer con la invasión al Capitolio de Washington del 6 de enero del año pasado, cuando seguidores del expresidente Donald Trump coparon el palacio estadounidense desconociendo los resultados electorales que corrieron al empresario de ultraderecha del sillón presidencial y ubicaron a Joe Biden al frente de la Casa Blanca. 

El presidente Gabriel Boric calificó de “impresentable” el ataque “a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de los bolsonaristas”. 

“El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia”, sentenció. 

“Condenamos enérgicamente el asalto al Congreso, Palacio y Tribunal Supremo de Brasil por parte de grupos antidemocráticos”, expresó el presidente de Bolivia, Luis Arce. En ese sentido, remarcó que “los fascistas siempre buscarán tomar por la fuerza lo que no lograron en las urnas”. 

“Nuestra solidaridad con el pueblo brasileño y el presidente Lula”, completó.

Evo Morales Ayma, referente social y político de Bolivia, aseguró que “la unidad y la fuerza del pueblo brasilero y de Latinoamérica defenderá nuestras democracias, frente al fascismo y la desestabilización de las derechas que no aceptan las derrotas en las urnas”. 

“¡Fuerza Lula, fuerza Brasil! Venceremos”, tuiteó el expresidente. 

Desde Venezuela, el presidente Nicolás Maduro rechazó “de manera categórica la violencia generada por los grupos neofascistas de Bolsonaro que han asaltado las instituciones democráticas del Brasil”.

“Nuestro respaldo a @LulaOficial y al pueblo brasileño que seguramente se movilizará en defensa de la Paz y de su presidente”, indicó.

El mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou, en un escueto y cortísimo mensaje de Twitter condenó “las acciones llevadas a cabo en Brasil que atentan contra la democracia y las instituciones”.

Este domingo, en las elecciones más polarizadas de la historia de Brasil, Lula Da Silva se convirtió en el nuevo presidente y asumirá su tercer mandato el 1 de enero de 2023. Con más de 60 millones de votos, el líder del Partido de los Trabajadores, ganó en la segunda vuelta contra el presidente del Partido Liberal Jair Bolsonaro . En diálogo con Aire Libre el periodista de Brasil de Fato Arturo Hartmann se refirió al clima tras la victoria de Lula y el panorama actual que se vive en Brasil.

Hartmann señaló: “sabíamos que la segunda no sería fácil” y manifestó que “en enero comienza una nueva fase para que reflexionemos sobre lo que ocurrió y comience una reconstrucción”, Además dijo que “Bolsonaro utilizó la máquina del Estado, en varias instancias, para lograr votos de los indecisos”. También aseguró que el pueblo brasileño estaba descontento con el líder del Partido Liberal porque “la política de Bolsonaro fue contraria a las de Lula y Dilma ya que algunas de sus medidas fueron en detrimento de los derechos indígenas, de los nativos de Brasil y pequeños campesinos.

Por otro lado, el periodista señaló que tras la victoria de Lula “Bolsonaro no hizo ninguna declaración y oficialmente no asumió que fue derrotado en la votación de ayer” y en ese sentido se refirió a las especulaciones sobre un posible golpe de Estado y dijo que “había algunos factores ya que los militares podrían estar del lado de Bolsonaro”, aunque aún no es claro el panorama y siguen esperando que el Líder del Partido Liberal se manifieste públicamente.